8 sorprendentes beneficios de beber té de ginseng este invierno
Los beneficios del té de Ginsen son infinitos. Ayudan con los beneficios del té de ginseng: aumento de energía, apoyo inmunológico, mejor cognición y más. Es un té de hierbas elaborado a partir de las raíces de la planta de ginseng. El ginseng es una hierba perenne que crece predominantemente en América del Norte y partes de Asia.
El uso del ginseng se remonta a miles de años en la medicina china. El ginseng se ha utilizado durante mucho tiempo como un remedio a base de hierbas que se cree que aumenta la energía, reduce los niveles de azúcar y colesterol en la sangre, reduce el estrés, promueve la relajación y estimula el sistema inmunológico.
El té de ginseng tiene un sabor terroso y algo amargo. A menudo se endulza con miel o se aromatiza con canela, limón o menta para suavizar el amargor. El té tiene un color tostado claro y amarillento.
Si bien el ginseng se usa de varias maneras con fines medicinales, consumirlo en forma de té es una forma simple y común de obtener los poderosos beneficios de este venerado remedio a base de hierbas.
Beneficios estimulantes de beber té de ginseng
El té de ginseng contiene compuestos activos llamados ginsenósidos que tienen propiedades estimulantes. Esto puede proporcionar varios beneficios:
1) Proporciona energía
Los ginsenósidos del té de ginseng pueden ayudar a combatir la fatiga y aumentar los niveles de energía de forma natural. Los estudios demuestran que el ginseng puede mejorar el rendimiento físico y la resistencia. Las propiedades antioxidantes también ayudan a combatir el estrés oxidativo que causa la fatiga.
2) Mejora el enfoque y la concentración
Las investigaciones indican que el ginseng puede beneficiar la función cognitiva, incluida la memoria de trabajo y la atención. Una revisión encontró que el ginseng ayudó a mejorar la función cerebral, el rendimiento y la concentración en adultos sanos. Es probable que los efectos beneficiosos se deban al aumento del flujo sanguíneo y la formación de neuronas en el cerebro.
3) Mejora la función cognitiva
Se ha demostrado que el ginseng afecta positivamente las capacidades cognitivas. Los estudios en humanos demuestran que puede mejorar la memoria, el comportamiento y el estado de ánimo en personas con deterioro cognitivo leve. Se cree que el ginseng influye en la actividad de los neurotransmisores, lo que resulta en un crecimiento nervioso estimulado y una mayor actividad neuroprotectora en el cerebro.
4) Beneficios antiinflamatorios
El té de ginseng contiene potentes propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en todo el cuerpo. La inflamación crónica está relacionada con numerosas afecciones de salud, por lo que reducir la inflamación puede proporcionar beneficios generalizados.
Se ha demostrado que los ginsenósidos que se encuentran en el ginseng inhiben la producción de citocinas inflamatorias. Las citocinas son proteínas de señalización celular que desempeñan un papel clave en la estimulación de las respuestas inflamatorias.
Al limitar la producción excesiva de citoquinas, el té de ginseng puede suprimir la inflamación innecesaria.
5) Salud del corazón
Se ha demostrado que beber té de ginseng promueve la salud del corazón de varias maneras. Primero, los estudios indican que el ginseng puede ayudar a reducir la presión arterial. Los compuestos ginsenósidos y gintonina del ginseng actúan como vasodilatadores, relajan las paredes de los vasos sanguíneos y permiten que la sangre fluya más libremente. Esto reduce el estrés sobre el corazón y el sistema cardiovascular.
6) Propiedades anticancerígenas
El té de ginseng contiene poderosos antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el daño celular y las mutaciones del ADN, que son factores de riesgo para el desarrollo del cáncer.
Se ha demostrado que los ginsenósidos del ginseng inhiben el crecimiento tumoral y la metástasis en estudios con animales y en probetas. Si bien la investigación en humanos es limitada, un estudio encontró que la ingesta diaria de extracto de ginseng durante 12 semanas mejoró los niveles de antioxidantes en la sangre en pacientes con cáncer.
7) Manejo de la diabetes
Múltiples estudios han demostrado los beneficios del ginseng para controlar la diabetes. En un estudio, pacientes con diabetes tipo 2 tomaron ginseng diariamente durante 12 semanas. Al final del estudio, tenían niveles de glucosa en sangre en ayunas significativamente más bajos en comparación con el grupo de placebo.
Sus niveles de hemoglobina A1c (HbA1c) también se redujeron, lo que indica un mejor control del azúcar en sangre a largo plazo.
8) Salud de la piel
Se ha demostrado que el té de ginseng tiene propiedades antienvejecimiento que promueven una piel sana y de apariencia juvenil. Los ginsenósidos que se encuentran en el ginseng afectan positivamente la forma en que envejece la piel. Ayudan a promover la producción de colágeno, lo que mantiene la piel firme y elástica al tiempo que reduce las arrugas.
El ginseng también contiene antioxidantes que ayudan a proteger la piel del daño de la radiación ultravioleta del sol. La exposición a los rayos UV puede provocar líneas finas, arrugas, manchas oscuras y otros signos de envejecimiento.
Los antioxidantes del té de ginseng protegen la piel a nivel celular y previenen la formación de arrugas y el daño solar. Los estudios han encontrado que los extractos de ginseng pueden disminuir la aparición de arrugas y retardar la degradación del colágeno.
Cómo preparar té de ginseng
Preparar té de ginseng correctamente es importante para obtener todos los beneficios para la salud. A continuación se ofrecen algunos consejos:
– Utilice raíz de ginseng fresca si es posible. El ginseng seco también funciona, pero puede ser menos potente.
– Utilice 1-2 cucharaditas de raíz de ginseng seca por taza de agua. Para la raíz fresca, utilice unas cinco rodajas finas por taza.
– Lleve el agua a fuego lento, no hasta que hierva por completo. Hervir demasiado puede dañar los compuestos del ginseng.
– Reposar el ginseng durante 3-5 minutos. Dejar reposar demasiado tiempo puede volverlo amargo.
– Puedes utilizar un infusor de té, una bola de té o un filtro de té suelto para dejar reposar. Esto facilita la eliminación del ginseng.
– Agregue el edulcorante que desee, como miel o limón, mientras se remoja el té. Esto infunde el sabor.
– Beber cuando el té se haya enfriado un poco, pero es mejor consumirlo caliente. El calor ayuda a extraer los beneficios del ginseng.
– Puedes reutilizar la raíz de ginseng ya remojada una vez para una segunda preparación. Simplemente agregue más agua caliente y deje reposar un poco más.
¡Seguir estas sencillas pautas le ayudará a aprovechar al máximo su taza de té de ginseng!
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