Evite los infelices y los desafortunados: 121,178 personas han muerto de miseria y tristeza
La miseria es un concepto que es difícil de comprender o medir, sin embargo, con demasiada frecuencia muchos lo experimentan.
El mero pensamiento de esta oscura emoción evoca imágenes de desesperanza, desesperación y una sensación de un peso abrumador que nos abruma. Entonces, ¿podrían los efectos de la miseria ser más letales y de mayor alcance de lo que podríamos imaginar?
Investigaciones recientes revelan una estadística escalofriante: 121.178 personas han perdido la vida por culpa de la incesante miseria y la tristeza. Esta epidemia silenciosa nos lleva a cuestionar la suposición de que la positividad y la felicidad son las claves para una buena salud.
El estudio: vínculo genético entre la miseria y la muerte
El estudio de la UCLA, publicado en su sitio web, reveló hallazgos innovadores sobre la conexión entre la infelicidad y la mortalidad. Los investigadores analizaron datos de 11 500 participantes durante un período de seis años, centrándose en una variante genética específica llamada ADRA2B.
El estudio descubrió una conexión fascinante entre una variante genética específica llamada ADRA2B y el bienestar emocional. Esta variante afecta al neurotransmisor norepinefrina, que juega un papel crucial en la regulación de las emociones y el manejo del estrés.
Sus hallazgos revelaron que las personas con esta variante genética eran un 17 % más propensas a experimentar angustia e infelicidad, lo que a su vez aumentaba el riesgo de muerte.
Dada nuestra inclinación natural a buscar la compañía de personas felices y afortunadas, es interesante preguntarse si asociarse con personas infelices y desafortunadas puede tener consecuencias para nuestro propio bienestar.
Si bien estar rodeado de personas positivas y vibrantes puede parecer edificante, nos hace preguntarnos si podría haber riesgos potenciales cuando nos relacionamos con aquellos que luchan contra la angustia y la desgracia.
Las 48 leyes del poder: “Evita los infelices y los desafortunados”
El renombrado autor Robert Greene, en su obra maestra atemporal «48 leyes del poder», ofrece un sorprendente consejo de advertencia: «Evite a los infelices y los desafortunados».
De acuerdo con la filosofía de Greene, los miserables y desafortunados no solo tienen la capacidad de atraer su propia desgracia, sino que pueden transmitirla sin saberlo a quienes los rodean. Se convierte en un pacto tácito de energía negativa , un contagio que puede traer desastres.
Analizando la exactitud de las 48 Leyes del Poder
A la luz de los hallazgos del estudio de UCLA, es crucial evaluar la precisión de la máxima «Evite a los infelices y desafortunados». Si bien el libro enfatiza la importancia de evitar a las personas infelices, el estudio revela un vínculo genético entre la infelicidad y la mortalidad.
Sugiere que simplemente evitar a las personas infelices puede no garantizar el éxito o la longevidad . El enfoque estrecho del libro sobre los factores externos pasa por alto la complejidad de la felicidad humana y las diversas influencias en el bienestar de un individuo.
Alcanzar la felicidad y el éxito requiere un enfoque más refinado que rodee el crecimiento personal, el apoyo a la salud mental y una comprensión más amplia de los factores complejos que contribuyen al bienestar.
Vínculo entre la miseria y la muerte
El estudio de la UCLA provocó una discusión importante sobre el vínculo entre la miseria y la muerte. Destaca el papel de la genética en la determinación de la propensión de un individuo a la angustia y la infelicidad.
Los hallazgos del estudio indican que abordar las causas fundamentales de la infelicidad es esencial en lugar de simplemente evitar a las personas infelices. Alcanzar la felicidad y el éxito requiere un enfoque más matizado que abarque el crecimiento personal, el apoyo a la salud mental y un mayor bienestar social.
La investigación genética proporciona una base de datos que señala la cruda realidad del impacto de la miseria y la tristeza en nuestro sustento.
La mortalidad es compleja, no totalmente determinada por el estado de ánimo de uno. Durcum et al. señala que los resultados del estudio son solo correlativos y no deben interpretarse como causales. Los investigadores también señalan que el estrés es solo uno de los muchos factores que afectan la mortalidad prematura.
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