Bleach: Thousand-Year Blood War episodio 10: Fallece Yachiru Unohana, Ichigo es enviado de vuelta al Human World

El episodio 10 de Bleach: Thousand-Year Blood War finalmente salió, ya que los fanáticos pueden ver el resto de la pelea entre Yachiru Unohana y Zaraki Kenpachi. Shunsui Kyoraku encargó al primer Kenpachi que luchara contra el undécimo Kenpachi para entrenarlo en Zanjutsu. Si bien Central 46 inicialmente estaba en contra de la idea, no había otra forma de detener el imperio Wandenreich.

El episodio anterior vio a Shunsui Kyoraku revelar la identidad original de Retsu Unohana, que era Yachiru Unohana. Mientras ella luchaba contra Zaraki Kenpachi en el Muken, Ichigo y Renji se curaron, momentos después de lo cual tuvieron un festín para reponer fuerzas en el Gatonden.

Yachiru Unohana ayuda a Zaraki Kenpachi a desbloquear su fuerza sellada en Bleach: Thousand-Year Blood War episodio 10

El episodio 10 de Bleach: Thousand-Year Blood War, titulado The Battle, comenzó con la batalla en el Muken mientras Zaraki Kenpachi seguía perdiendo el conocimiento durante su batalla contra Yachiru Unohana. Esto le recordó la única otra vez que sucedió esto, que fue durante su pelea contra ella en su primer encuentro.

Luego, el episodio saltó al flashback del primer encuentro de Yachiru Unohana y Zaraki Kenpachi, ya que Yachiru estaba aburrida de pelear y tratar de encontrar un oponente digno en el distrito de Rukon cuando fue atacada por un niño sin nombre que más tarde llegó a ser conocido como Zaraki Kenpachi. . Él fue quien le hizo la cicatriz en el pecho, ya que ella estaba feliz de encontrar a una persona capaz de marcarla.

Sin embargo, se dio cuenta entonces de que no era lo suficientemente fuerte para el chico y, por lo tanto, él había comenzado a contenerse de mala gana, lo que provocó que sellara su verdadera fuerza. Esta es la razón por la cual no importa cuán fuertes sean sus oponentes, las peleas de Zaraki Kenpachi siempre fueron reñidas, ya que siempre dejaba abiertos sus poderes sellados cuando se encontraba en una situación que amenazaba su vida.

Este es el mismo principio que Yachiru estaba usando durante su pelea mientras golpeaba repetidamente a Zaraki con golpes que amenazaban su vida, solo para curarlo momentos después, razón por la cual Zaraki seguía sintiéndose como si estuviera inconsciente repetidamente.

Con su batalla a punto de llegar a su fin, Yachiru Unohana activó su Bankai Minazuki. Untó su Zanpakuto con su sangre, después de lo cual el campo de batalla se volvió rojo y la carne de Zaraki comenzó a derretirse. Este momento lo ayudó a desbloquear todos sus poderes sellados, lo cual fue suficiente para asestar un golpe final al primer Kenpachi.

Yachiru Unohana estaba feliz de poder cumplir con sus deberes. Mientras le pedía a Zaraki que la bendijera durante su muerte, él simplemente siguió rogándole que se mantuviera con vida, sin embargo, ese fue el final para el primer Kenpachi. Solo unos momentos después, Zaraki Kenpachi escuchó la voz de su Zanpakuto, ya que estaba listo para aprender su nombre por primera vez.

Oetsu Nimaiya envía a Ichigo de vuelta a su casa.

Mientras tanto, Ichigo y Renji llegaron a Hooden, el hogar del miembro del Escuadrón 0, Oetsu Nimaiya. Él fue el creador del Zanpakuto y fue capaz de volver a forjar tanto el Zanpakuto de Ichigo como el de Renji, sin embargo, debían pasar una prueba.

La asistente de Oetsu Nimaiya, Mera, llevó a ambos Shinigami a una habitación llena de Asauchi, que eran las versiones humanoides de Zanpakuto sin nombre. Eran algo que se le dio a un estudiante de Shinigami cuando ingresó a la academia, mientras imprimían lentamente la esencia de su alma en su Asauchi, para forjar su Zanpakuto.

Nimaiya les dio a los dos Shinigami la tarea de derrotar a Asauchi, después de lo cual volvería a forjar su Zanpakuto. Sin embargo, después de tres días, Renji todavía estaba de pie mientras Ichigo estaba en el suelo.

Nimaiya estaba decepcionado con Ichigo porque se había dado cuenta de que no era realmente un Shinigami, por lo que lo envió de regreso al Mundo de los Vivos, pidiéndole que averiguara sus raíces.