Cafeína y cortisol: por qué los expertos desaconsejan el café de la mañana dentro de una hora

Cafeína y cortisol: por qué los expertos desaconsejan el café de la mañana dentro de una hora

Una cosa en la que muchas personas parecen estar de acuerdo es imprescindible en la mañana es tomar una taza de café. Algunos van tan lejos como para decir que no pueden funcionar hasta que hayan aumentado sus niveles de cafeína.

Según un experto en sueño, nunca debe beber cafeína durante la primera hora después de despertarse, y hay una buena razón para ello.

Adenosina y sueño: la química de la vigilia

Rex Isap, experto en sueño y director ejecutivo de Happy Beds, arrojó luz sobre la intrincada relación entre el consumo de café y nuestro ciclo natural de sueño y vigilia . Explicó que a lo largo del día, nuestro cerebro produce una sustancia química llamada adenosina, que desempeña un papel fundamental en la promoción de la somnolencia.

Mientras permanecemos despiertos, los niveles de adenosina se acumulan, haciéndonos sentir gradualmente cansados ​​y listos para dormir. Este mecanismo natural ayuda a regular nuestros patrones de sueño.

Contrarresto de la cafeína

El atractivo de la cafeína radica en su capacidad para bloquear los receptores de adenosina, contrarrestando de manera efectiva sus efectos inductores del sueño. Cuando consumimos cafeína, su presencia en nuestro sistema evita que la adenosina se una a sus receptores, manteniéndonos despiertos y alertas. Sin embargo, esta interacción dinámica puede tener consecuencias no deseadas en lo que respecta a nuestros patrones de sueño.

Por qué no debes tomar café dentro de la hora de despertarte

Si bien puede parecer natural tomar una taza tan pronto como nos despertamos para comenzar nuestro día, este no es el caso.  (John-Mark Smith/ Pexels)
Si bien puede parecer natural tomar una taza tan pronto como nos despertamos para comenzar nuestro día, este no es el caso. (John-Mark Smith/ Pexels)

Si bien puede parecer lógico tomar una taza tan pronto como nos despertamos para comenzar el día, Rex Isap sugiere un enfoque diferente. Idealmente, esperar al menos una hora antes de consumir esa primera taza de café podría generar mayores beneficios. Este retraso estratégico está relacionado con las fluctuaciones naturales de los niveles de cortisol en nuestro cuerpo.

El cortisol , a menudo asociado con el estrés , juega un papel fundamental en la mejora de nuestros niveles de alerta. Cuando nos despertamos, nuestros niveles de cortisol están en su punto máximo, preparándonos naturalmente para el día que tenemos por delante.

El consumo de cafeína cuando los niveles de cortisol ya están elevados puede dificultar potencialmente este estado de alerta natural o incluso conducir al desarrollo de una tolerancia a la cafeína. Esta interacción entre el cortisol y la cafeína subraya la importancia del tiempo cuando se trata de esa primera taza.

Momento óptimo para el consumo de café

Para cosechar realmente los beneficios de su bebida matutina, se recomienda esperar al menos una hora después de despertarse antes de darse el gusto. Este retraso permite que sus niveles de cortisol comiencen a disminuir naturalmente, creando una sinergia armoniosa entre los efectos de despertar del cortisol y las propiedades estimulantes de la cafeína.

Teniendo en cuenta el impacto de la cafeína en el sueño, es esencial diseñar estrategias para su consumo para garantizar una noche de sueño reparador. La Dra. Lindsay Browning, psicóloga y neurocientífica de problemsleeping.co.uk, sugiere una guía para aquellos que desean tanto su dosis matutina de cafeína como una buena noche de sueño.

Los efectos de la cafeína pueden permanecer en el cuerpo durante varias horas, por lo que el tiempo es importante.  (Matthias Cooper/Pexels)
Los efectos de la cafeína pueden permanecer en el cuerpo durante varias horas, por lo que el tiempo es importante. (Matthias Cooper/Pexels)

El Dr. Browning recomienda tomar su última taza a más tardar a las 2 p. m. Este momento tiene en cuenta el hecho de que los efectos de la cafeína pueden permanecer en el cuerpo durante varias horas, lo que podría alterar su capacidad para conciliar el sueño si se consume demasiado cerca de la hora de acostarse.

En un mundo donde el café se ha convertido en un elemento básico de las rutinas matutinas, es crucial comprender su interacción con los ritmos naturales de nuestro cuerpo. Esperar al menos una hora después de despertarse para disfrutar de su primera taza puede optimizar sus efectos al alinearse con la disminución natural de los niveles de cortisol. Este enfoque mejora su estado de alerta y minimiza el potencial de patrones de sueño interrumpidos.

Al equilibrar el arte del consumo de café con la ciencia del sueño, puede aprovechar todos los beneficios de esa preciada bebida matutina.

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