Explorando la controversia del concierto de Nicki Minaj en Angola en 2015: una mirada a las críticas de los activistas de derechos humanos

Explorando la controversia del concierto de Nicki Minaj en Angola en 2015: una mirada a las críticas de los activistas de derechos humanos

Nicki Minaj se destaca como una rapera aclamada a nivel internacional. A sus 41 años, ha completado con éxito cuatro giras mundiales en solitario, atrayendo a fanáticos de todo el mundo, incluso de Angola.

La creciente presencia de la artista de “Anaconda” se destacó cuando recibió una invitación para actuar en Angola en 2015. Este notable evento, sin embargo, se produjo en medio del escrutinio mundial dirigido al gobierno angoleño por supuestamente infringir los derechos humanos fundamentales de periodistas, activistas y otras personas que se atrevieron a oponerse al régimen.

En vista del ambiente opresivo fomentado por las autoridades angoleñas, Minaj se enfrentó a acusaciones de ser una “hipócrita” por seguir adelante con la actuación, a pesar de su propia defensa de los derechos humanos. Los informes de la BBC indicaron que recibió una compensación sustancial de seis cifras por su actuación, mientras que, alarmantemente, más del 70% de la población de Angola sobrevivía con menos de un dólar al día.

Actuación de Nicki Minaj en Boas Festas en diciembre de 2015

En diciembre de 2015, Nicki Minaj adornó el escenario en Boas Festas, una celebración navideña organizada por Unitel, una empresa de telecomunicaciones supuestamente propiedad de la familia del entonces presidente José Eduardo dos Santos.

Tras asumir la presidencia en 1979, a Santos se le atribuye haber ayudado a reconstruir Angola después de una larga guerra civil que terminó en 2002; sin embargo, se le acusó de no distribuir equitativamente la riqueza generada por el sector petrolero de Angola entre sus ciudadanos.

Los críticos lo señalaron con el dedo, alegando que utilizó los ingresos del petróleo para aumentar la fortuna de su familia en lugar de invertir en la nación, como informó la BBC en diciembre de 2015. Además, Amnistía Internacional hizo denuncias de ejecuciones extrajudiciales y violencia severa contra los disidentes de la administración de Santos.

Con estos hechos ampliamente conocidos, la decisión de Nicki Minaj de actuar en un evento patrocinado por Unitel provocó una reacción violenta, considerada como una postura controvertida.

La petición de Thor Halvorssen para que Nicki Minaj se retire de la actuación

Thor Halvorssen, presidente de la Fundación de Derechos Humanos, se puso en contacto con Minaj a través de una carta, instándola a reconsiderar su actuación. Le comunicó a The Hollywood Reporter:

“Como artista global, millones de personas se sienten inspiradas por usted en sus actividades creativas. No existe ninguna justificación válida para asociarse con un régimen angoleño opresivo y apoyar a la familia de su gobernante”.

En su carta, enviada a Minaj a través de Brian Sher de Category 5 Entertainment, Halvorssen imploró además:

“Como artista poderoso e independiente, ¿no deberías defender la libertad del rapero encarcelado Luaty Beirao en lugar de entretener al dictador y su familia corrupta?”

Luaty Beirao, un rapero angoleño reconocido por su postura anticorrupción, fue arrestado en junio de 2015 por asistir a una reunión centrada en la democracia y la no violencia.

Halvorssen también destacó las acusaciones contra la hija multimillonaria del presidente dos Santos, implicándola en el tráfico ilícito de “diamantes de sangre” en Angola, como señaló The Hollywood Reporter.

El activista destacó que numerosas organizaciones internacionales, entre ellas Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Freedom House y el Comité para la Protección de los Periodistas, han documentado los presuntos abusos a los derechos humanos cometidos por la familia Santos.

A pesar de que se les pidió una declaración, los representantes de Nicki Minaj no respondieron. Finalmente, la artista de “Side to Side” procedió a realizar su actuación en Luanda y compartió una foto con la hija del presidente en su Instagram, llamándola “la octava mujer más rica del mundo” en el pie de foto.

Dos años después del concierto de Minaj, Santos fue sucedido por João Lourenço, ex Ministro de Defensa, marcando un nuevo capítulo en el liderazgo de Angola.

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