Los problemas intestinales pueden estar relacionados con la enfermedad de Parkinson, encuentra un estudio

Los problemas intestinales pueden estar relacionados con la enfermedad de Parkinson, encuentra un estudio

Según un estudio publicado en línea el 24 de agosto en la revista Gut, algunos problemas intestinales pueden ser indicadores tempranos de la enfermedad de Parkinson. Estos problemas incluyen estreñimiento, dificultad para tragar alimentos y síndrome del intestino irritable (SII).

Se cree que el Parkinson es causado por causas genéticas o ambientales. Este nuevo estudio es el «primer estudio multicéntrico» que demuestra un vínculo entre los trastornos del tracto gastrointestinal y un mayor riesgo de Parkinson. El equipo de investigación de los Hospitales Universitarios de Lovaina en Bélgica y la Clínica Mayo de Arizona rastrearon a los participantes durante cinco años para determinar quiénes adquirieron el trastorno neurológico y quiénes no.

¿Cómo se realizó el estudio?

Un nuevo estudio muestra que los problemas intestinales pueden tener una relación con la aparición del Parkinson.  (Imagen vía Pexels/Sora Shimazaki)
Un nuevo estudio muestra que los problemas intestinales pueden tener una relación con la aparición del Parkinson. (Imagen vía Pexels/Sora Shimazaki)

Para evaluar la incidencia de las afecciones intestinales enumeradas en sus registros médicos durante un promedio de 6 años antes del diagnóstico de la enfermedad, se comparó a las personas con enfermedad de Parkinson con personas de otros grupos por edad, sexo, raza, origen étnico y duración del diagnóstico.

Luego, los investigadores probaron la misma teoría de una manera diferente creando grupos separados, uno para cada una de las 18 enfermedades intestinales de interés, entre todos los individuos de la red a los que se les había diagnosticado una de esas afecciones. Según ambos análisis, cuatro trastornos intestinales estaban relacionados con una mayor probabilidad de recibir un diagnóstico de Parkinson.

¿Cuáles fueron los hallazgos?

Un equipo de investigadores de los Hospitales Universitarios de Lovaina en Bélgica y la Clínica Mayo de Arizona realizaron el estudio.  (Imagen representativa vía Pexels/ Karolina Grabowska)
Un equipo de investigadores de los Hospitales Universitarios de Lovaina en Bélgica y la Clínica Mayo de Arizona realizaron el estudio. (Imagen representativa vía Pexels/ Karolina Grabowska)

El estudio encontró que las personas con retraso en el vaciado del estómago, problemas para tragar y estreñimiento tenían un riesgo dos veces mayor de padecer Parkinson después de cinco años, aunque el SII sin diarrea conllevaba un riesgo un 17% mayor.

Curiosamente, la extirpación del apéndice parece reducir la incidencia del Parkinson; sin embargo, las causas exactas no estaban claras para los investigadores.

Los autores concluyeron:

«Estos hallazgos justifican estar alerta sobre los síndromes [gastrointestinales] en pacientes con mayor riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson y resaltan la necesidad de seguir investigando los precedentes [gastrointestinales] en la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad cerebrovascular».

También dijeron:

«Este estudio es el primero en establecer evidencia observacional sustancial de que el diagnóstico clínico no sólo de estreñimiento sino también de disfagia, gastroparesia y síndrome del intestino irritable sin diarrea podría predecir específicamente el desarrollo de la enfermedad de Parkinson».

Una mirada a la enfermedad de Parkinson

Aún se desconoce la causa exacta del Parkinson.  (Imagen vía Unsplash/ Sangga Rima Roman Selia)
Aún se desconoce la causa exacta del Parkinson. (Imagen vía Unsplash/ Sangga Rima Roman Selia)

La enfermedad de Parkinson es una afección neurológica que empeora con el tiempo y afecta principalmente al movimiento. Se desarrolla como resultado de la desaparición de las neuronas productoras de dopamina en el cerebro, especialmente en una región conocida como sustancia negra.

Se cree que el Parkinson es causado por una confluencia de variables hereditarias y ambientales, mientras que aún se desconoce su etiología específica.

Dado que no existen pruebas específicas para el Parkinson, puede resultar difícil diagnosticar la afección. Los médicos con frecuencia consideran el historial médico, el examen neurológico y la respuesta al tratamiento del paciente. La investigación sobre la enfermedad de Parkinson aún está en curso, con el objetivo principal de comprender sus mecanismos subyacentes, desarrollar tratamientos novedosos e investigar métodos potenciales para frenar o detener su crecimiento.

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