«Pensé que estaba muerto»: cuando el hijo de Michael Jordan casi pierde la vida debido al rasgo feroz de su padre, explica Marcus Jordan
Uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia, Michael Jordan, es reconocido por su inigualable agresividad en la cancha. Su naturaleza feroz y su intenso deseo de ganar lo distinguen de sus compañeros.
Si bien su impulso competitivo generalmente se reservaba para sus compañeros de equipo y oponentes, hubo casos en los que se extendió a su vida familiar. En un podcast reciente, los hijos de Jordan arrojaron luz sobre el estilo de crianza de su padre y compartieron una anécdota alarmante sobre su naturaleza competitiva.
La competitividad de Jordan ha sido durante mucho tiempo un aspecto célebre de su personalidad. Él mismo admitió que era tanto su mayor fortaleza como su mayor debilidad.
En la serie documental “The Last Dance”, Jordan aclaró que contrariamente a la creencia popular, el juego no era su verdadero problema. Su competencia implacable y su inquebrantable deseo de ganar lo consumían.
Durante una entrevista de podcast con «The Breakfast Club», los hijos de Michael Jordan, Jeffrey, Jasmine y Marcus, reflexionaron sobre su crianza y la influencia de la competitividad de su padre.
Cuando se le preguntó si su naturaleza competitiva se extendía a su papel como padre, Jasmine rápidamente afirmó que se mantuvo sin cambios.
Contrariamente a los conceptos erróneos comunes, Jeffrey aclaró que su padre tenía control total sobre su impulso competitivo y podía apagarlo a voluntad. La habilidad le permitió equilibrar su naturaleza feroz con ser un padre amoroso y solidario.
Marcus Jordan, uno de los hijos de Michael Jordan, contó un incidente desgarrador que destacó las intensas características competitivas de su padre.
El compartió,
“Hubo una vez en la que estábamos jugando en su habitación, y tenían estas mesas redondas al final de la cama. Así que Jeff iba por un touchdown, y nunca lo olvidaré, mi papá derribó a Jeff contra la mesa de vidrio y Jeff se golpeó la cabeza. Pensé que estaba muerto.»
En la búsqueda de un divertido juego de fútbol americano dentro de su habitación, Michael Jordan, sin darse cuenta, provocó que su hijo Jeffrey sufriera una lesión grave que requirió 35-30 puntos de sutura. Es importante tener en cuenta que el incidente fue un accidente y que Michael Jordan nunca tuvo la intención de dañar a su hijo.
El triunfo inolvidable de Michael Jordan: el juego que consolidó su legado
Su legado se consolidó en el Juego 6 del Campeonato de la NBA de 1998 . La sensación de ansiedad que surge de una serie empatada como esta puede ser abrumadora. Jordan mostró sus habilidades atléticas inigualables y su determinación inquebrantable. Desafió la gravedad, superando a múltiples defensores mientras conducía hacia el aro cuando quedaban segundos en el reloj. Disparó un tiro que pareció suspendido en el aire.
La pelota encontró la red con gracia, sellando el sexto campeonato de la NBA de los Bulls . La obra maestra de 45 puntos de Jordan, conocida como «The Shot», se convirtió en un símbolo icónico de su grandeza, grabando para siempre su nombre en la historia del baloncesto.
Si bien la naturaleza competitiva de Jordan ha impulsado su legendaria carrera en el baloncesto y lo ha llevado a lograr un éxito sin precedentes, ocasionalmente se extendió a su vida familiar.
El incidente relacionado con la lesión de Jeffrey sirve como un claro recordatorio de que incluso los atletas más venerados pueden tener dificultades para controlar sus instintos competitivos. En última instancia, es importante reconocer que detrás del feroz competidor había un padre devoto que se preocupa profundamente por sus hijos.
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