El mercado de los juegos también está en declive debido a la era posterior a la pandemia.
La vuelta a la vida normal, también conocida como la era pospandemia, ha obligado a las personas a recuperar sus hábitos y rutinas diarias. Hoy podemos volver a salir sin problemas, podemos volver a comunicarnos casi con normalidad, y la vuelta a la oficina también se ha convertido en una realidad para muchos, aunque otros han tenido más suerte y han podido mantener el trabajo a distancia, o al menos de forma híbrida. modelo.
Todo esto está provocando que muchas personas dediquen cada vez menos tiempo a los videojuegos, y esta realidad está teniendo un impacto importante en el sector del juego. Ya hemos visto en los resultados de las grandes tecnológicas que el final de la pandemia del COVID-19 y la vuelta a la normalidad han afectado negativamente a sus resultados trimestrales.
Está claro que la situación económica actual tampoco ayuda, pero esto puede considerarse más bien un factor secundario, ya que la clave al final fue la vuelta a la vida normal. Poder pasar más tiempo fuera de casa, volver a viajar y volver al trabajo de oficina significa que consumimos menos contenido multimedia, menos videojuegos y menos tecnología en general.
En el último trimestre que cerramos este año, el gasto en videojuegos cayó a $1,780 millones, según una nueva investigación publicada por NPD. Esto representa una caída del 13% y reduce el valor total de este mercado a $12.350 millones. Si conectamos los puntos, podemos ver que todo está saliendo bien, ya que tanto Sony como Microsoft e incluso Nintendo cerraron trimestres con una caída notable en sus divisiones de videojuegos.
Sony, por ejemplo, está teniendo un momento dorado con la PS5 ya que vende todas las consolas que fabrica, pero sus ventas de software han bajado un 26%, situación que también ha afectado a Microsoft y Nintendo, aunque sigue batiendo récords con Nintendo Switch. . Las ventas de videojuegos y servicios han caído, y esto confirma lo obvio y simple: ahora que las personas pueden salir, socializar, viajar y realizar actividades al aire libre, ya no necesitan tantos videojuegos.
Esta disminución de la necesidad de jugar a videojuegos y la sensación de necesidad de aprovechar la nueva libertad son, sin duda, dos de los factores clave que explican la caída del mercado de los videojuegos. En plena pandemia y con el confinamiento puesto, los videojuegos eran una de las mejores formas de matar el tiempo, pero ahora la situación ha cambiado por completo, y como vemos se nota.
Por otro lado, la inflación y la incertidumbre económica también tienen cierto impacto, como dijimos al inicio del artículo, esto no sustenta la discusión. El gasto en videojuegos también ha bajado por dicha incertidumbre, y personalmente creo que incluso el desplome de la criptomoneda puede haber tenido mucho que ver con su relación con el sector tecnológico y con el perfil medio de muchos de los que apuestan por dicho tipo. de moneda Veremos cómo evoluciona la situación en los próximos meses, pero no parece que vaya a haber una recuperación a corto plazo.
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