Microsoft llega a un acuerdo en la demanda de los jugadores por el acuerdo con Activision Blizzard
En diciembre de 2022, una facción de diez personas que se identificaron como jugadores iniciaron una demanda contra Microsoft. Buscaban obstruir la propuesta de la empresa de adquirir Activision Blizzard, argumentando que dicha adquisición perjudicaría significativamente a los jugadores y afectaría negativamente a la industria del juego en general.
El lunes, The Hollywood Reporter reveló que Microsoft había llegado a un acuerdo con el grupo de jugadores, con lo que se daba por concluida la demanda y los procedimientos legales relacionados. El caso fue desestimado “con perjuicio”, lo que indica que no se podrá volver a presentar en el futuro.
Si bien las condiciones detalladas del acuerdo entre Microsoft y el grupo de juegos siguen siendo confidenciales, se ha afirmado que ambas partes “correrán con sus propios costos y honorarios”.
Microsoft finalizó su adquisición de Activision Blizzard en octubre de 2023 por la asombrosa suma de 69 mil millones de dólares. Como consecuencia de ello, el gigante tecnológico redujo significativamente el tamaño de su división de juegos, despidiendo a unos 1.900 empleados en enero y a otros 650 en septiembre. Además, cerró tres estudios de juegos internos en mayo, lo que afectó a un número no especificado de puestos de trabajo, incluido Tango Gameworks, que luego fue comprado por Krafton.
A pesar de que la adquisición ya está concretada, Microsoft aún enfrenta incertidumbres en torno a la compra de Activision Blizzard. La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos ha expresado su oposición al acuerdo. En diciembre de 2023, las partes involucradas se reunieron en el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Noveno Circuito en San Francisco.
El gobierno estadounidense sostuvo que el juez que inicialmente denegó la orden preliminar contra la adquisición de Microsoft tomó una decisión errónea, alegando que el juez debería haber determinado que el acuerdo planteaba importantes problemas de competencia en el mercado de los videojuegos. El tribunal de apelaciones aún no ha emitido una sentencia sobre el asunto y sigue sin conocerse el plazo para este anuncio.
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