Reseña de “El hombre que amaba los ovnis”: el arte de crear y comercializar un engaño sensacionalista
El hombre que amaba a los ovnis es un drama argentino de 2024 dirigido por Diego Lerman, que cuenta con actuaciones notables de Leonardo Sbaraglia, Sergio Prina, Osmar Núñez, Renata Lerman, María Merlino, Agustín Rittano y Norman Briski.
Esta película narra la intrigante historia de José de Zer, un periodista de espectáculos que creó uno de los fenómenos extraterrestres más sensacionales de la historia de la televisión latinoamericana. Aunque la película se basa en las fascinantes hazañas de un individuo que inventó eventos extraordinarios para aumentar los ratings, el guión de Diego Lerman y Adrián Biniez no logra capturar eficazmente su esencia.
La interpretación de Leonardo Sbaraglia de José de Zer es un punto destacado, impulsando la película hacia adelante, pero además de su actuación encomiable y algunas escenas interesantes, la película lucha por mantener el interés del espectador a lo largo de sus 107 minutos de duración.
El hombre que amaba los ovnis hizo su debut mundial en Netflix el 18 de octubre de 2024, junto con estrenos cinematográficos selectos en Argentina.
Una historia de sensacionalismo en los avistamientos extraterrestres
Ambientada en la década de 1980, la trama sigue al periodista José de Zer y a su camarógrafo Chango mientras viajan al pequeño pueblo de La Candelaria. Allí, investigan extrañas afirmaciones de avistamientos alienígenas e interacciones extraterrestres. Su estadía de seis meses en las colinas implica explorar cuevas y filmar cualquier cosa que pueda acercarlos a descubrir la verdad sobre los extraterrestres. Su esfuerzo se transforma en una sensación mediática, en gran parte debido a la presentación carismática de José.
Al final, se revela que se trata de un engaño meticulosamente elaborado, una estrategia deliberada para generar altos índices de audiencia para la estación de televisión e impulsar el turismo local. En la narrativa, esta artimaña está orquestada por Isadora López Cortese junto con Pedro Echevarría, el presidente de la Cooperativa Minera Cerro.
El hombre que amaba los ovnis examina la transformación de una mentira en cultura popular por parte de José y arroja luz sobre las repercusiones que esto tuvo en su vida profesional y personal. La narrativa explora los desafíos que trajo consigo la popularidad repentina y el costo mental que tiene para un manipulador de los medios. Sin embargo, los temas subyacentes no se presentan de manera convincente y sirven para ralentizar la narración, lo cual es un inconveniente importante de esta película.
La descripción oficial de la película en Netflix dice:
“A finales de los años 1980, en Argentina, la investigación de un periodista sobre actividad extraterrestre queda prácticamente paralizada por falta de pruebas, hasta que decide inventar las suyas propias”.
Leonardo Sbaraglia brilla como José de Zer
En el papel de José de Zer, Sbaraglia encarna a un encantador presentador que aprovecha la situación para adquirir riqueza mediante un elaborado engaño. Su éxito lo lleva a la fama, a apariciones en programas de entrevistas y a encuentros inesperados con sus fans, pero esto también da lugar a una demanda constante de nuevo material para engañar a los espectadores, engendrando una sensación de neurosis.
A pesar de sus defectos, el guión ofrece una gran cantidad de oportunidades para que Sbaraglia muestre su talento, y ofrece una actuación convincente llena de contrastes, tanto fuertes como sutiles, que capturan perfectamente la esencia dinámica del personaje. El elenco de reparto, en particular Sergio Prina como el camarógrafo Carlos Chango Torres, también contribuye con actuaciones sólidas.
El hombre que amaba los ovnis concluye con un final ambiguo
Las acciones de José de Zer plantean interrogantes sobre la ética periodística, pero la película desvía la atención de este aspecto crítico y, en cambio, enfatiza la inquebrantable determinación de José de mantener su narrativa inventada, cautivando a los espectadores con historias cada vez más sensacionalistas.
Esta presión incesante por producir emocionantes historias extraterrestres afecta negativamente su salud mental, lo que le genera amargura y frustración, especialmente hacia sus adoradores fans.
La película adopta un enfoque poco habitual, ya que retrata predominantemente los admirables atributos de un hábil estafador y muestra sus esfuerzos desde una perspectiva compasiva en lugar de criticarlos. Este tipo de representaciones en las películas de gánsteres invitan al escrutinio porque a menudo presentan a los malhechores como productos de su entorno.
En cambio, José de Zer no fue víctima de las circunstancias, sino que más bien persiguió la fama y la fortuna a sabiendas. Sin embargo, la película lo presenta como una víctima de la celebridad, desviando la empatía de las personas cuya confianza traicionó. Un momento particularmente extraño ocurre cuando José es arrastrado por un ovni, dejando a su hija y a los espectadores asombrados.
Este final ambiguo plantea interrogantes sobre las intenciones de los realizadores, ya que el verdadero José de Zer falleció en un hospital el 2 de abril de 1997, aquejado de la enfermedad de Parkinson y cáncer de esófago. Años después de su muerte, las investigaciones revelaron que sus informes fueron inventados para engañar al público.
Actualmente, The Man Who Loved UFOs está disponible para su transmisión en Netflix. Si bien ofrece una experiencia visual aceptable, los espectadores no deben esperar un relato biográfico fiel.
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