Síndrome de Estocolmo: Compasión con el abusador

Síndrome de Estocolmo: Compasión con el abusador

Una persona mantenida en cautiverio puede experimentar el síndrome de Estocolmo, una reacción psicológica sofisticada, si forma un fuerte vínculo emocional con su captor. La empatía que surge en la víctima por los puntos de vista y el comportamiento del captor es el síntoma más comúnmente observado.

Más allá de su punto de origen, esta condición se observa actualmente en muchos otros tipos de traumatismos. Se ha observado que el reconocimiento de este síndrome aumenta rápidamente en los últimos años.

¿Por qué se llama así el síndrome de Estocolmo?

En 1973, se produjo un robo en un banco de Estocolmo, Suecia. Los captores mantuvieron cautivos a algunos de los empleados del banco.

Durante seis días, estas personas fueron rehenes. Algunos de ellos comenzaron a sentir empatía por los ladrones e incluso formaron un sindicato para recaudar dinero para su defensa después de su liberación.

Este inusual mecanismo de afrontamiento mostrado por las víctimas hacia los abusadores fue denominado entonces por criminólogos y psiquiatras el «síndrome de Estocolmo». La observación de este comportamiento entre personas cautivas o en situaciones de abuso cambió la forma en que los expertos analizaban el impacto de las situaciones traumáticas en la gente común.

¿Es real el síndrome de Estocolmo?

El abuso sexual, físico y emocional también conduce al síndrome de Estocolmo.  (Imagen de Tinnakorn Jorruang en Vecteezy)
El abuso sexual, físico y emocional también conduce al síndrome de Estocolmo. (Imagen de Tinnakorn Jorruang en Vecteezy)

Para algunos, la actitud de las personas que padecen este síndrome puede parecer un acto sólo para mostrar y sin razones profundas que justifiquen este comportamiento. Sin embargo, el síntoma es tan real como cualquier otra condición psicológica, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Debido al comparativamente menor reconocimiento del síndrome de Estocolmo, todavía no existe un tratamiento estándar disponible para él. Sin embargo, los psicólogos creen que la psicoterapia y los medicamentos pueden ayudar a las personas que sufren a comprender cómo los cambios de comportamiento durante el período de cautiverio son un mecanismo de afrontamiento adoptado por su cerebro.

Sin embargo, es muy importante comprender que, al igual que la mayoría de las condiciones psicológicas, no todos los individuos muestran los mismos cambios de comportamiento cuando se exponen a las mismas circunstancias.

Causas del síndrome de Estocolmo

Las situaciones abusivas pueden dejar un impacto a largo plazo.  (Imagen de Ivan Sviatkovskyi en Vecteezy)
Las situaciones abusivas pueden dejar un impacto a largo plazo. (Imagen de Ivan Sviatkovskyi en Vecteezy)

Aún se desconoce la razón exacta por la que algunas personas presentan este síndrome y otras no. Sin embargo, existen dos escuelas de pensamiento entre los psicólogos:

#1 Tácticas de supervivencia evolutiva

En las primeras civilizaciones, el riesgo de ser capturado por comunidades rivales era muy alto. Debido a esto, es posible que haya evolucionado una estrategia de supervivencia entre las personas para simpatizar con sus abusadores y garantizar su seguridad.

Eso aumentó sus posibilidades de supervivencia y gradualmente se convirtió en un rasgo humano en lugar de una simple respuesta espontánea.

#2 Carga emocional

El cautiverio o el abuso de cualquier forma son eventos muy traumáticos para cualquier individuo. Eso hace que su cerebro se adapte a la situación desarrollando un sentido de empatía por el abusador cuando muestra algunos actos de bondad.

Esta empatía hace que la víctima se sienta agradecida cuando el abusador no la lastima.

Síntomas del síndrome de Estocolmo

Es imprescindible denunciar cualquier tipo de violencia.  (Imagen de KamranAydinov en Freepik)
Es imprescindible denunciar cualquier tipo de violencia. (Imagen de KamranAydinov en Freepik)

Los síntomas más comúnmente observados del síndrome de Estocolmo son un sentimiento de simpatía por las creencias y acciones del abusador, junto con intentos de promover los pensamientos del abusador.

El individuo que sufre desarrolla un sentimiento de resentimiento y pierde la confianza en las fuerzas del orden o en cualquier otra figura de autoridad y glorifica al abusador por encima de cualquier regla y regulación.

Algunos otros síntomas incluyen irritabilidad, pérdida de concentración, ansiedad, falta de sueño y no poder disfrutar como antes.

El síndrome de Estocolmo es un agregado reciente a la lista de trastornos psicológicos que experimentan las personas en las que se observa que simpatizan con el abusador cuando se las mantiene cautivas o bajo abuso.

Se espera que las causas sean evolutivas o emocionales, pero se desconoce la verdadera razón. Con sesiones de terapia y medicamentos adecuados, este problema se puede curar, pero actualmente no existen tratamientos estándar disponibles.

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