¿Cuáles son los síntomas de la esclerodermia (esclerosis sistémica)?

¿Cuáles son los síntomas de la esclerodermia (esclerosis sistémica)?

La esclerodermia, también conocida como esclerosis sistémica, es una enfermedad autoinmune crónica que daña los tejidos conectivos del cuerpo.

Se distingue por un desarrollo anómalo de colágeno, lo que provoca rigidez y grosor de la piel y otros órganos. Debido a que la apariencia y la gravedad de este trastorno pueden variar mucho, el descubrimiento y el diagnóstico tempranos son fundamentales para tratar los síntomas y prevenir las consecuencias.

En este artículo, veremos los síntomas de la esclerosis sistémica y las diversas formas en que puede aparecer.

Síntomas de la esclerodermia (esclerosis sistémica)

Imagen a través de Pexels
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1. Cambios en la piel

La influencia de la esclerosis sistémica en la piel es una de sus principales características. Las personas pueden detectar primero parches descoloridos en la piel, particularmente en respuesta al clima frío o al estrés mental. El fenómeno de Raynaud hace que ciertas regiones se vuelvan blancas o azules debido a una circulación sanguínea inadecuada.

Debido a la síntesis excesiva de colágeno, la piel puede volverse tirante, brillante y tensa con el tiempo. Esta tirantez de la piel suele afectar a dedos, manos, cara y antebrazos, limitando la movilidad y provocando molestias articulares.

2. Síntomas gastrointestinales

La esclerodermia también puede afectar el sistema gastrointestinal y causar una variedad de problemas estomacales. Acidez estomacal, dificultad para tragar (disfagia) e hinchazón son algunos de los síntomas. En raras ocasiones, los músculos de la parte inferior del esófago se debilitan, lo que permite que el ácido del estómago se filtre hacia el esófago (reflujo ácido).

Además, los músculos intestinales pueden dañarse y provocar estreñimiento, diarrea o una combinación de ambos.

3. Problemas respiratorios

La esclerosis sistémica puede afectar los pulmones a medida que avanza la enfermedad, causando una variedad de dificultades respiratorias. Dificultad para respirar, tos seca y molestias en el pecho son síntomas posibles. Estos síntomas pueden ser el resultado de la fibrosis pulmonar, un trastorno en el que el tejido pulmonar cicatriza y se endurece, lo que reduce la función pulmonar. La fibrosis pulmonar no tratada puede provocar insuficiencia respiratoria.

4. Dolor articular y muscular

La esclerodermia se caracteriza por molestias en las articulaciones y debilidad muscular. La inflamación y la tirantez de la piel y los tejidos subyacentes pueden causar rigidez y dolor en las articulaciones . También puede ocurrir debilidad muscular, lo que dificulta el movimiento y causa cansancio.

5. Compromiso renal

La esclerosis sistémica puede afectar los riñones en algunas circunstancias, lo que resulta en problemas renales. La presión arterial alta , las anomalías en la producción de orina y la presencia de sangre o proteínas en la orina son síntomas de afectación renal. La afectación renal necesita un control continuo, ya que puede provocar daño renal y quizás insuficiencia renal si no se controla adecuadamente.

6. Fenómeno de Raynaud

El fenómeno de Raynaud es frecuentemente un precursor de la esclerosis sistémica. Se distingue por la constricción transitoria de los vasos sanguíneos en reacción a las bajas temperaturas o al estrés, lo que da como resultado dedos de manos y pies blancos o azules. Las áreas dañadas pueden enrojecerse y sentir entumecimiento, hormigueo o dolor a medida que se reanuda el flujo sanguíneo.

7. Manifestaciones cardíacas

El corazón puede verse afectado por la esclerosis sistémica, lo que resulta en una variedad de síntomas cardíacos. Incluyen latidos cardíacos irregulares (arritmias), pericarditis (inflamación de la membrana que rodea el corazón) y disminución de la eficiencia del bombeo cardíaco. Para evitar problemas, la afectación cardíaca requiere un control y un tratamiento cuidadosos.

La esclerodermia (esclerosis sistémica) es una enfermedad autoinmune complicada y difícil que afecta a varios sistemas del cuerpo. La detección temprana de sus síntomas es fundamental para un diagnóstico y tratamiento precisos.

Si usted o alguien que conoce desarrolla alguno de los síntomas enumerados anteriormente, es fundamental que obtenga asistencia médica lo antes posible. Si bien no existe una cura para la esclerodermia, los avances en las opciones de tratamiento pueden ayudar a los pacientes a controlar sus síntomas, mejorar su calidad de vida y evitar daños en los órganos.

Para navegar por la complejidad de esta afección y lograr los mejores resultados posibles, los pacientes y los proveedores de atención médica deben trabajar juntos de manera minuciosa y colaborativa.

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