Tarjeta gráfica integrada vs tarjeta gráfica discreta, ventajas y desventajas

Tarjeta gráfica integrada vs tarjeta gráfica discreta, ventajas y desventajas

Todos necesitamos una tarjeta gráfica para poder utilizar nuestro PC o portátil. Este componente es necesario porque, como muchos de nuestros lectores saben, es el encargado de convertir todos los datos e información que recibe del procesador en información visual que se enviará al monitor, el dispositivo de salida que nos permitirá ver. interfaz de la computadora y todas las interacciones que hacemos con ella.

Así, por ejemplo, cuando hacemos algo tan simple como encender un PC, es la tarjeta de video la que genera toda la información visual que aparece frente a nuestro monitor, y lo mismo sucede con cualquier otra tarea que requiera procesamiento en la GPU. . nivel, desde la aplicación más sencilla hasta el juego más complejo. Si no sabes qué es una GPU, te invito a revisar este artículo que publicamos hace aproximadamente un año, donde encontrarás toda la información que necesitas.

Si no tuviéramos una tarjeta de video, simplemente no tendríamos una fuente de imagen, por lo que no veríamos nada en la pantalla del monitor. Por eso es tan importante este componente. A día de hoy, todas las tarjetas gráficas cuentan con un conjunto de características básicas que podemos considerar comunes incluso para las gamas más bajas, pero está claro que no todas son iguales. Hay tarjetas de video con potencia muy simple que no son aptas para juegos, hay otras más potentes que pueden ejecutar juegos modernos y hay modelos especializados para el sector profesional.

Entre la variedad de soluciones gráficas que podemos encontrar hoy en día, también hay dos grandes categorías: tarjetas gráficas discretas y tarjetas gráficas integradas. Ambos ofrecen un conjunto diferente de características, diferentes valores de rendimiento, están construidos de manera muy diferente y tienen sus pros y sus contras. Aunque llevan muchos años disponibles, siguen provocando muchas dudas entre los usuarios. Por ello, hemos decidido realizar este artículo donde vamos a profundizar en cada uno de ellos y donde te mostraremos sus ventajas y desventajas.

 ¿Qué son las tarjetas gráficas integradas y las tarjetas gráficas discretas?

En primer lugar, debemos tener claro qué son y cuáles son sus diferencias, ya que esto nos dará una base para comprender mejor todas las ventajas y desventajas que te contaremos más adelante. Tarjeta gráfica integrada o procesador gráfico integrado es un nombre más correcto, ya que este tipo de solución no utiliza el formato de tarjeta, suele tener un paquete común con el procesador, lo que significa que está integrado en la CPU. Hace unos años era posible encontrar placas base con GPU integrada y así poder usarlas sin necesidad de CPU con GPU integrada o GPU dedicada, pero esta práctica ha caído en desuso y hoy en día ha desaparecido casi por completo.

La GPU integrada no tiene sus propias salidas de video, lo que significa que usa las salidas de la placa base, aunque puede que no las admita todas, e incluye solo una pequeña cantidad de memoria gráfica, lo que obliga a usar RAM. como memoria gráfica cuando sea necesario. Se comunica con la memoria especificada a través del bus que configuramos, de 64 bits o de 128 bits, según tengamos activado el doble canal.

Por el contrario, una tarjeta gráfica dedicada o GPU dedicada se monta en su propia placa de circuito, se conecta a una ranura PCIe en la placa base, tiene sus propias salidas de video y su propio sistema de enfriamiento, y viene con una cierta cantidad de memoria gráfica con la que se comunica. a través de su propio autobús. No necesita conectarse a la RAM del sistema para convertirla en memoria gráfica.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de las GPU dedicadas y las GPU integradas?

Con solo la descripción que te dimos en el apartado anterior, seguro que ya has podido deducir algunas de las ventajas y desventajas que ofrece este tipo de solución gráfica, pero a continuación las vamos a analizar en detalle para que que las tengas perfectamente claras, y así no te queden dudas.

Beneficios de las GPU dedicadas

  • Al no compartir el paquete con la GPU y tener su propia PCB, pueden ser mucho más complejos y mucho más potentes.
  • Utilizan su propia memoria y bus de datos. Dicha memoria es mucho más rápida que la RAM y se puede conectar a buses de más de 128 bits.
  • Brindan un rendimiento superior tanto en juegos como en aplicaciones profesionales, y están equipados con hardware especializado que no es posible en las soluciones gráficas integradas en la actualidad.
  • Se pueden actualizar sin cambiar el procesador porque usan su propio conector para conectarse a la placa base.
  • En algunos casos, pueden tener un mejor soporte a nivel de controlador. Ya no es normal, pero tampoco es algo que se haya superado del todo.
  • Su vida útil suele ser más larga debido al mayor rendimiento y la memoria gráfica dedicada.
  • Admiten tecnologías únicas que normalmente no están disponibles en las soluciones gráficas integradas para mejorar la experiencia del usuario.
  • Tienen sus propios conectores de video.

Desventajas de las GPU dedicadas

  • Ocupan mucho más espacio dentro de la computadora.
  • Necesitan soluciones de refrigeración más potentes ya que generan más calor.
  • Consumen más energía y en muchos casos requieren conectores de alimentación adicionales.
  • Para moverlos, necesitamos una fuente de alimentación suficientemente potente.
  • Tienen un precio de venta más alto que las GPU integradas.
  • Requieren un cierto equilibrio de componentes para funcionar bien.

Como podemos ver, la ventaja más importante de las tarjetas gráficas discretas es su mayor rendimiento. Esta es solo la clave más importante que debemos tomar como punto de partida a la hora de elegir entre una opción y otra, ya que la diferencia de rendimiento entre estas y las GPU integradas es enorme. Sin embargo, no debemos descuidar estas carencias que hemos señalado, ya que también pueden ser importantes e inclinar la balanza a favor de los integrados en algunos escenarios.

Beneficios de las GPU integradas

  • No ocupan espacio adicional en su computadora.
  • No requieren una solución de enfriamiento adicional que no sea el procesador con el que están integrados.
  • Han mejorado mucho en los últimos años y algunos de ellos ofrecen un rendimiento de juego decente.
  • Representan costos adicionales muy bajos.
  • Tienen muy bajo consumo y generan poco calor.
  • Te permiten crear ordenadores muy pequeños, delgados y ligeros, lo que no sería posible con una tarjeta gráfica dedicada.
  • Mejoran la portabilidad en portátiles y la autonomía.

Desventajas de las GPU integradas

  • Funcionan mucho menos que las tarjetas gráficas discretas.
  • Carecen de tecnología moderna y equipo especializado. Algunas, como la Radeon 680M, tienen núcleos para acelerar el trazado de rayos, pero no pueden manejar esta tecnología manteniendo una buena fluidez debido a la falta de potencia, por lo que no es muy útil.
  • Consumen una cantidad importante de RAM para poder utilizarla como memoria gráfica, por lo que necesitamos tener al menos 16 GB de RAM para que la experiencia de usuario sea óptima si queremos jugar.
  • Pierden mucho rendimiento cuando se usan con RAM lenta y/o configuración de un solo canal (bus de 64 bits).
  • Dependen de las conexiones de video que hay en la placa base. Si nuestra placa base no tiene HDMI, es posible que debamos reemplazar el monitor para dar un ejemplo de lo problemático que puede ser.
  • Cuando el paquete se usa junto con un procesador, el rendimiento puede verse afectado por problemas térmicos, especialmente en tareas en las que el procesador está muy cargado y genera mucho calor.

Tarjeta gráfica dedicada o GPU integrada, ¿cuál es mejor para mí?

Lo cierto es que no hay una respuesta única, dependerá de las necesidades de cada usuario, de su presupuesto y del tipo de equipo que quiera comprar. Así, para un usuario con un presupuesto muy reducido, una GPU integrada puede ser una gran opción ya que le permitirá disfrutar de un rendimiento aceptable sin una inversión importante.

Los gráficos integrados también son una buena opción para los usuarios que solo tienen la intención de hacer trabajo de oficina, reproducir contenido multimedia y jugar juegos ligeros. En caso de que necesitemos un portátil muy ligero y con mucha autonomía, sin duda este tipo de GPU será la mejor elección, ya que en los portátiles ultraligeros marcan una gran diferencia por su bajo consumo.

La GPU integrada también puede servir como una solución temporal para actualizar o construir una PC en dos pasos. Por ejemplo, si no tenemos suficiente dinero para construir un equipo completo con una tarjeta gráfica dedicada, pero no podemos esperar más, podemos ejecutarlo por un tiempo con una GPU integrada y luego agregar gráficos dedicados.

Si queremos jugar o trabajar con aplicaciones ligeras que utilizan modestamente la GPU, la integrada también puede cubrir nuestras necesidades, de hecho la AMD Radeon 680M integrada en las nuevas APU Ryzen 6000 ha demostrado que es capaz de ofrecer un rendimiento sorprendentemente bueno incluso en juegos exigentes gracias a la arquitectura avanzada, la compatibilidad con la memoria LPDDR5 y el buen soporte a nivel de controlador.

Por otro lado, si necesitamos un ordenador capaz de ejecutar juegos modernos en alta definición y alta calidad, o si lo vamos a utilizar para trabajar con aplicaciones con uso intensivo de GPU, entonces una tarjeta gráfica dedicada sería ideal para nosotros. Esta no es una pregunta baladí, ten en cuenta que para muchos profesionales una tarjeta gráfica es una herramienta de trabajo, y también hay usuarios que prefieren montar equipos que les permitan compaginar trabajo y ocio.

Una tarjeta gráfica discreta de gama alta suele ser capaz de ofrecer una buena experiencia en juegos y aplicaciones profesionales, pero debemos tener cuidado, ya que trabajar con ciertas herramientas no siempre será óptimo. Por ejemplo, la GeForce GTX 1660 Super puede jugar a 1080p a máxima calidad sin problemas, y a 1440p se mueve muy bien, pero si la queremos usar para editar vídeos en alta definición o renderizar modelos complejos, sus 6 GB de gráficos tendrán poca memoria.

Volviendo a las GPU integradas, también es importante recordar que ofrecen especificaciones muy diferentes y elegir una u otra puede limitar mucho nuestra experiencia de usuario. Normalmente los procesadores más potentes suelen incluir también las gráficas más potentes. Por ejemplo, el Ryzen 9 6900HS tiene un procesador de 8 núcleos con 16 subprocesos y una GPU Radeon 680M, que es la GPU integrada más potente del mercado de consumo actual.

Por el contrario, el Ryzen 5 6600H tiene un procesador de 6 núcleos y 12 hilos y una solución gráfica Radeon 660M de gama baja. También es lo suficientemente potente para uno integrado, pero no está a la altura del anterior. Desde la perspectiva de Intel, a día de hoy podemos encontrar una gran variedad de soluciones basadas en la arquitectura Xe (Gen12), aunque también siguen en el mercado procesadores con GPU integradas de generaciones anteriores con menor rendimiento.

Para una persona que va a utilizar su ordenador para ofimática, navegación web y multimedia, elegir una GPU integrada de bajo rendimiento no será un problema, ya que no necesitará mucha potencia. Sin embargo, para la persona que busca un uso más intensivo y quiere jugar ocasionalmente o incluso quiere poder jugar un título AAA en condiciones aceptables, las GPU Intel Xe integradas ya no serán una opción y deberá elegir Radeon M660 o superior. .

Como podemos ver, todo gira en última instancia en torno a nuestras necesidades y nuestro presupuesto. Habrá quien piense que se deben evitar las GPU integradas, pero lo cierto es que lo contrario también es cierto, ya que este tipo de soluciones ofrecen una gran relación calidad-precio, si bien es cierto que están dirigidas a perfiles de usuario muy concretos, como en caso de tarjetas gráficas discretas.

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